Backupeando mi pc, encontré esto que escribí el 16 de mayo tipo 3 am (sí, era viernes, ¿cuan hippie se puede ser de forma involuntaria?). Tres meses después, tiene otro sentido.
-“Te quiero mucho”-…
-“Yo también, sino no estaría acá”-…
Y abriendo, casi sin fuerzas, la puerta de un taxi, me embarqué en el refugio de la soledad.
-“Paremos en un quisco, por favor… en situaciones tensas, el tabaco es el mejor amigo”-
-“No la veo tensa, señorita, más bien la veo relajada”-…
Claro, ese es el punto.
El abrazo, extrajo, desde el más interno de mis recovecos, hasta el último retoño de energía. Y lo sentía, no era porque me lo hubiera pedido, ni siquiera porque lo hubiera preguntado. Era porque era necesario… aunque a veces no lo sea.
1 comentario:
mejor no hablar de los viernes a las 3 am que me largo a llorar, pero bueno, me acuerdo que me contaste de este viernes 3 am tuyo. lo bueno es que ese abrazo de antes de subir al taxi, duro desde el 16 de mayo hayta ahora y que siga duranto si es necesario, aunque no lo pidas pero, por favor...que no te saque la energia!!!
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